dimarts, 22 de febrer del 2011

Article d'opinió: Migració escolar (Llorenç Riera)

La crisis provoca la migración escolar

Por primera vez se señala a la situación económica como causa de la movilidad escolar. Se ha detectado con claridad un trasvase de alumnos desde la enseñanza privada y concertada hacia la pública


LLORENÇ RIERA Una crisis económica que se precie debe estar presente en todos los ámbitos y aspectos de la vida cotidiana. De lo contrario corre el riesgo de quedar diluida bajo el aspecto meramente testimonial. No es el caso de las penurias actuales. Disponemos de muchos elementos y sobradas comprobaciones, hasta involuntarias y obligadas, para creer que la presente crisis es de primera división pero, por si acaso quedara algún resquicio de duda, siguen fluyendo movimientos que lo corroboran a cada paso.

Las dificultades económicas que se viven a diario son tan reales y crudas que han conseguido adentrarse en las aulas para provocar un movimiento migratorio parcial. Resulta comprensible porque, incluso en esta época de convulsión escolar, institutos y colegios siguen siendo pulso y escaparate de cuanto ocurre en la calle y en el espacio doméstico. O dicho de otra forma, la escuela se muestra inquieta porque su exterior está de los nervios.

Siempre hay movimiento en las aulas. Su parte de altas y bajas es permanente porque fluctúa en función de la movilidad laboral, las convicciones de distinta índole o de las posibilidades de residencia de los progenitores. Estas eran las pautas de comportamiento conocidas y asumidas hasta ahora y a las que la crisis económica acaba de sumar otras de complementarias, pero no menos importantes.
 
Aunque todavía está sin cuantificar en términos precisos, ya se puede dar por hecho que la crisis económica ha provocado un trasvase de alumnos desde la enseñanza privada y la concertada hacia la pública. Es un fenómeno generalizado que se ha producido en toda España y que en proporción simétrica a la general, también se detecta en Balears. Los datos del movimiento de la población escolar señalan por primera vez a la inestabilidad económica como causa de este movimiento aunque la patronal de la enseñanza privada y concertada se muestra todavía reticente a admitirlo amparándose en las ayudas que se conceden para hacer frente a los costes de comedor y transporte del alumnado.
 
Pero la crisis es tan acentuada que toda ayuda o estímulo oficial se vuelve escaso. Resulta comprensible que una familia que ve restringidos sus ingresos por la situación de inactividad laboral de sus miembros se plantee el cambio de colegio de sus hijos en aras de la reducción de gastos. Crisis significa aprender a administrar. A la fuerza, porque no hay otra alternativa.

A principios del presente curso escolar ya se había detectado un trasvase de un millar de alumnos desde la enseñanza privada y concertada a la pública. El objetivo es sortear dispendios y con él se produce un fenómeno desconocido hasta ahora que deberá saber administrar la oficina de colocación de plazas escolares. Uno de dos, o se arbitran medidas para que la enseñanza pública pueda asumir sin riesgos el alumnado que en ningún caso puede rechazar, o se idea un sistema que frene el actual tránsito dentro de la enseñanza reglada y obligatoria. El objetivo deberá consistir en evitar que la crisis económica acentúe y complique la crisis propia y convulsa del sistema educativo. Llega más trabajo para la conselleria de Educación. La crisis económica no es competencia exclusiva de Hacienda o Trabajo. Se ha diluido en todos los ámbitos y ahora no queda otro remedio que enseñarle a ir a la escuela. Y aprender la lección.

Diario de Mallorca 07/01/2011