Harold Lloyd en manos del constructivismo soviético
El constructivismo nació en la URSS pocos años después del triunfo de la Revolución bolchevique de 1917. Era un movimiento artístico que pretendía ofrecer una "visión nueva" del mundo y poner a las disciplinas creativas al servicio de las transformaciones sociales.
Los constructivistas no concebían el arte como autónomo: lo reducían a servir como vehículo de un propósito.
Sabemos como acabó aquello: coacciones, suicidios por desencanto (Vladímir Mayakovski), condenas al ostracismo y, a veces, al paredón o el gulag, pero el constructivismo dejó una huella que aún no ha perecido. Artistas como Aleksandr Ródchenko, un grafista y fotógrafo que deseaba actuar como un "ingeniero visual", se han convertido con el tiempo en referentes fundamentales y de enorme influencia.
Una de las áreas en las que brillaron con especial talento los artistas del constructivismo fue el diseño gráfico. Lo demuestra la exposición: Revolutionary Film Posters: Aesthetic Experiments of Russian Constructivism, 1920-33 (Carteles de cine revolucionarios: experimentos estéticos del constructivismo ruso, 1920-33), que expone la galería Tony Shafrazi de Nueva York.
- Exponen una de las mejores colecciones de posters de cine del brillante movimiento artístico que floreció en la URSS.
- Hay carteles de películas emblemáticas de los bolcheviques ('El acorazado Potemkin', 'Octubre'), pero también de filmes de estrellas de Hollywood.
- Se exhibe una maqueta de la Torre Tatlin, diseñada para ser tan alta como el Empire State y nunca construida.
El constructivismo nació en la URSS pocos años después del triunfo de la Revolución bolchevique de 1917. Era un movimiento artístico que pretendía ofrecer una "visión nueva" del mundo y poner a las disciplinas creativas al servicio de las transformaciones sociales.
Los constructivistas no concebían el arte como autónomo: lo reducían a servir como vehículo de un propósito.
Sabemos como acabó aquello: coacciones, suicidios por desencanto (Vladímir Mayakovski), condenas al ostracismo y, a veces, al paredón o el gulag, pero el constructivismo dejó una huella que aún no ha perecido. Artistas como Aleksandr Ródchenko, un grafista y fotógrafo que deseaba actuar como un "ingeniero visual", se han convertido con el tiempo en referentes fundamentales y de enorme influencia.
Una de las áreas en las que brillaron con especial talento los artistas del constructivismo fue el diseño gráfico. Lo demuestra la exposición: Revolutionary Film Posters: Aesthetic Experiments of Russian Constructivism, 1920-33 (Carteles de cine revolucionarios: experimentos estéticos del constructivismo ruso, 1920-33), que expone la galería Tony Shafrazi de Nueva York.
Alejados de la banalidad publicitaria de hoy
Es una de las muestras más completas del estelar trabajo de los diseñadores rusos de la época. Con casi un centenar de carteles de época, creados hace casi un siglo, es sorprendente comprobar como los posters resultan obras de arte en sí mismas, radicalmente alejadas de la banalidad publicitaria de las tendencias actuales.
Un uso vanguardista de las tramas de color, la composicón y el desarrollo geométricos, combinado con el uso del collage y el fotomontajes convierten a las piezas en irresistibles y cautivadoras.
La muestra incluye trabajos de Rodchenko, interpretaciones gráficas de la película experimental The Man With a Movie Camera (Dziga Vertov, 1929), y de las obras de Sergie Eisenstein El acorazado Potemkin (1925) y Octubre (1928).
Es una de las muestras más completas del estelar trabajo de los diseñadores rusos de la época. Con casi un centenar de carteles de época, creados hace casi un siglo, es sorprendente comprobar como los posters resultan obras de arte en sí mismas, radicalmente alejadas de la banalidad publicitaria de las tendencias actuales.
Un uso vanguardista de las tramas de color, la composicón y el desarrollo geométricos, combinado con el uso del collage y el fotomontajes convierten a las piezas en irresistibles y cautivadoras.
La muestra incluye trabajos de Rodchenko, interpretaciones gráficas de la película experimental The Man With a Movie Camera (Dziga Vertov, 1929), y de las obras de Sergie Eisenstein El acorazado Potemkin (1925) y Octubre (1928).
Mejor que el cartel yanqui
Quizá los carteles más singulares e interesantes sean los de películas de la naciente industria de Hollywood, reinterpretados por los artistas soviéticos. Hay casos, como el del póster de la película de Harold Lloyd El hombre mosca (Safety Last, 1923), en los cuales los constructivistas superaron con creces al cartel original.
La exposición se completa con la proyección de versiones restauradas de algunos de los filmes y con la exhibición de la maqueta de la Torre Tatlin, el monumento paradigmático del constructivismo.
Se trataba del proyecto de una inmensa torre, más alta que la de Eiffel y casi tanto como el Empire State, diseñada por el arquitecto Vladimir Tatlin's como monumento de homenaje y futura sede de la Tercera Internacional comunista.
El edificio nunca fue construido.
http://www.20minutos.es/noticia/1100417/0/constructivismo-urss/carteles-cine/exposicion/