"Este Govern no tiene política educativa y Antich lo sabe"
"Es difícil encontrar directores porque es un trabajo muy exigente y no está ni reconocido ni pagado"
MAR FERRAGUT. PALMA. Manel Perelló lleva diez años al frente del instituto de Son Gotleu. Y siete como presidente de la Asociación de Directores de Instituto. En septiembre dejará ambos puestos. No será director a pesar de que no había otro candidato y de que él quería continuar. Respecto a su caso en particular, echa en cara a Educación que haya actuado con oscurantismo con alguien que quiere ser director, cuando en 36 centros de la isla no encuentran a nadie que quiera asumir esa responsabilidad; hablando en general sobre la Conselleria, critica su pasividad.
– ¿Por qué si usted era la única persona que quería ser director en el IES Son Gotleu han nombrado a otra persona?
– La Conselleria no explica nada. Yo me presenté con un proyecto ambicioso, cuatro meses antes de abrirse el plazo. Había crítica interna y después de diez años quería dejar las cosas claras, no para convencer a una minoría de profesores sino para que todos los que daban su apoyo tuvieran claro hacía dónde íbamos, una reafirmación. El claustro dijo que quería votar el sistema de gestión de calidad del centro y yo dije ´no´. No quería estar cuatro años pendiente de líos, o se aceptaba el proyecto o no. Retiré mi candidatura. Tras varios claustros, se votó a favor de dar continuidad a mis líneas de proyecto. La Administración debería haberse interesado por lo que estaba pasando y se supone que debería haber dado apoyo a quien llevaba diez años como director. Pero han aprovechado para quitarme. Vino la inspectora y dijo que no hacía falta que hiciéramos reuniones, que elegiría la Administración. Y se entrevistó con todos los profesores definitivos menos conmigo. Tampoco pueden decir que es por tema jurídico ni por plazos. El conseller ha dicho que habrá una investigación interna.
– ¿Qué falla en la elección de directores?
– Lo que me parece más importante destacar es que si no se presenta nadie voluntario no hay criterio; lo hace la Administración y no hay nada escrito, hasta el punto que se permiten no hablar ni con las familias, como ha sido en mi caso. Es arbitrario y eso permite que a mí, que llevo diez años con unos resultados positivos y soy el único que ha escrito el informe diciendo que quiero ser director, pues no me hayan nombrado, y sin darme ninguna explicación. Mi caso sirve para enseñar cómo es el sistema de elección de director: un proceso oscuro. La inspectora decidió y no dijo nada ni a mí ni al consejo escolar del centro. La persona elegida es una persona válida y lo hará bien, pero no tenía pensado ser directora y no tiene proyecto.
– ¿Cómo repercute un director sin proyecto y sin la formación pertinente?
– Pues el hecho de que hasta mayo una persona no sepa que va a ser director el curso siguiente implica un retraso en el desarrollo de los programas del centro. Como máximo se dará continuidad a los puntos que consideren oportunos. En mi caso, creo que el centro vivirá un momento de parálisis.
– ¿Por qué es tan difícil encontrar a alguien que quiera ser director?
– Esto pasa en Europa a nivel general, aunque en proporciones diferentes. Es un trabajo extremadamente exigente. El centro educativo es un centro abierto al entorno y el director ha de ser un referente social, se liga a la comunidad. Y hay unas exigencias tremendas. En Son Gotleu abrimos por la tarde, tenemos escuela de verano... Es una labor además que no está reconocida ni pagada. Y los directores todavía, pero lo de los directivos es patético. Tampoco hay un planteamiento profesional. Hacen falta mejores condiciones, másteres de dirección... Es un problema de motivación y de mentalidad.
– ¿Qué valoración hace de la labor de la conselleria de Educación?
– Acaba la legislatura y se demuestra que esta Administración no tiene política de educación y nos consta que Antich está bien enterado de esto. Hablamos de una legislatura en la que los dos consellers son personas que vienen del gabinete del president. Hemos tenido reuniones con dirigentes del PSOE y no hemos conseguido que se defienda ninguna línea de las que tiene la Ley Orgánica de Educación (LOE). En Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla La Mancha, Cataluña, Extremadura... ya tienen ley de Educación o un proyecto. En Balears miran para aquí, miran para allá, y siguen sin tener política educativa. Es algo fundamental y Antich lo sabe. Nuestros últimos encuentros nos hacen pensar que el futuro está en peligro, la educación no puede ni mucho menos permitirse seguir contemporizando y eso es lo que hace esta Administración. No hay línea política educativa ¿No saben qué quieren hacer? Sí lo saben, pero no se atreven. Y eso nos preocupa.
– ¿Cuál es la medida más urgente que debería tomar la Conselleria ahora?
– Lo más urgente hay que hacer es en Primaria. Se han dado algunos pasos, pero hay unas condiciones laborales muy atrasadas. Los colegios no tienen ni administrativos y también hacen falta orientadores. Para resolver el abandono escolar temprano y como medida inmediata, como dice Gabilondo, se han de dar oportunidades a partir de los 15 o en algunos casos de los 14 años, con programas diferentes. El problema es que muchas veces no hay recursos ni plazas en los planes alternativos y se van a la calle. Hay que darles algo que les guste más. En zonas con las mismas condiciones socio económicas hay centros con muy buenos resultados y otras con malos, vamos a ver qué hacen en los primeros para que vaya bien. Hay que potenciar la autonomía de centros.
– ¿El director debería poder elegir el perfil de docentes que necesita?
– Es algo que está en LOE, pero no se está desarrollando con seriedad. Gabilondo habla de eso. El Consell Econòmic i Social y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico lo dicen: el tema de personal es fundamental y hemos de pasar de lo cuantitativo a lo cualitativo. Lo que no puede ser es que no haya incentivos, que no haya perfiles y que hagas lo hagas tu carrera profesional siga igual. Ahora el director no elige por perfiles y la capacidad para tomar medidas organizativas de forma autónoma son muy pequeñas: a nivel pedagógico, sí; pero hacen falta también medidas económicas, no tenemos agilidad ni para reaccionar ante un pequeño deterioro.
– ¿Los profesores rechazan estas ideas?
– No, mi experiencia es que conociendo lo que he dicho con claridad en el claustro, pensando qué es lo que necesitamos, he tenido un apoyo mayoritario. Hemos de ser capaces de explicarlo bien, no tienen que ser motivo de confrontación entre profesores y directores. Los sindicatos son otra cosa, tienen su línea y sus "clientes", que son gente que prefieren no ser evaluada, no estresarse por ´lo qué me dirán´... Aunque luego compruebas que no son así. Uno de los temas que Gabilondo tocó primero es la carrera docente, que lleva 15 años de retraso. Hace falta algún sistema para incentivar económica y profesionalmente la implicación de la gente.
– ¿Qué porcentaje de alumnado inmigrante hay en el IES Son Gotleu?
– En ESO hay un 30%, todavía no es un reflejo de lo que pasa en el barrio. En las escuelas, sí: tienen un 70% de inmigración, son guetos. Tienen aulas de Infantil con el 90%. Eso no lo permite en teoría el decreto de admisión, pero pasa. Como no se atiendan a estos centros de manera preferente y se facilite que vaya el personal más adecuado y con más ganas y que lleguen los recursos adecuados, no saldremosde una zona como esta.
– ¿El profesor o el director debe ser autoridad pública? ¿Ambos?
– En el caso del director, hace falta autoridad frente a las familias, al funcionamiento del centro... El sistema debería tener confianza en el profesor y en el director, confianza en que no va a hacer un abuso de poder. Si un director dice que un profesor no está acudiendo a las reuniones, la Conselleria debería creerle y tomar medidas antes de mandar a nadie a comprobarlo. Autoridad es que ponen por delante la veracidad de tus opiniones. Si hablamos del profesor, la autoridad que necesitan es frente a los alumnos.
– En diez años al frente del IES de Son Gotleu... ¿ha visto de todo?
– Sí, pero muy pocas cosas graves. Por suerte en España la situación de conflictividad está controlada. Lo que más destaco es que la vida del centro es un verdadero oasis. Al salir, en la calle, es la ley de selva, pero dentro hay un nivel espectacular de convivencia en general porque se usan los mejores valores. Pero sí que detecto un problema: la decadencia del valor del esfuerzo y la dedicación. Esto es muy grave y ahí tenemos que entrar, sobre todo en una sociedad como la nuestra. Los alumnos pasan de todo y esta desidia nos afecta mucho, mina el ánimo de la gente y es un reflejo de la sociedad balear: ahí tenemos un reto.
Diario de Mallorca 20/07/10