Ángel Madrigal, un maestro en la memoria de un pueblo
Editan un libro sobre la vida del profesor asesinado
BIEL BERGAS. MARIA. Este verano, concretamente el 12 de junio, en el cementerio municipal de Puerto de Santa María (Cádiz), el foro de la Memoria Histórica tributó un homenaje a 54 republicanos que fueron asesinados durante la Guerra Civil. La mayoría de ellos murieron los primeros días de la sangrienta contienda.
En el acto se nombró uno por uno a los fallecidos y sus nombres se esculpieron sobre una lápida. Entre ellos figuraba el maestro Ángel Madrigal, que ejerció en Maria de la Salut desde el curso 1927/28 hasta el 1932/33. Tras ese período fue trasladado a Puerto de Santa Maria.
En 1936 empezó la guerra y fue ejecutado el 13 de agosto del mismo año, sin ningún tipo de juicio previo. Este maestro había sido todo un referente en la vida educativa, cultural y social del pueblo. Sus alumnos lo describían, y unos pocos que aún viven lo certifican, como un hombre honesto, trabajador y amante de la cultura en todas sus facetas. Fue miliciano cultural y regidor del ayuntamiento de Maria. En tiempos de la II República se le dedicó una calle. La placa fue retirada durante la dictadura y restituida de nuevo en tiempos de la democracia, con un gobierno municipal socialista.
Tras su trágica muerte, un tupido velo de silencio intentó borrar su memoria y su recuerdo. Para evitar que esto suceda cuatro miembros del archivo y museo de la Educación de les Illes Balears (AMEIB), que depende de la conselleria de Cultura, Joan Carbonell, Antoni Aulí, Esperança Ramis y Jaume Serra, han editado un estudio sobre la vida de Ángel Madrigal se titula A l´ombra de la pissarra: el mestre Madrigal. En la obra se pueden apreciar las facetas docentes culturales y políticas de una persona que marcó una época en Maria.
Los cuatro autores presentan al maestro Madrigal como un hombre que creía firmemente en el papel que tenía la educación en la transformación de la sociedad. Se sumó a las corrientes de enseñanza más progresistas que se daban en Mallorca en aquellos momentos: la higiene escolar, la neutralidad ideológica de la escuela y el papel predominante de los alumnos en el proceso educativo. La escuela, para Madrigal, era un hogar para niños y niñas agradable, saludable y entretenido. Muchos alumnos suyos destacaron por su rendimiento escolar y su actitud positiva y humana.
Como político formó parte de una generación que vivió algunos de los capítulos más trágicos de la historia de España y formó parte de aquellos intelectuales que tenían una visión crítica del sistema de la Restauración y del Regeneracionismo. Firmó un comunicado del comité de Maria de la Salut en septiembre de 1931: "La voluntad de un pueblo es eso SU VOLUNTAD y no la conveniencia, el interés o el egoísmo de unos apellidos o de una estirpe torpe y degenerada".
Los caramel·lers eran los republicanos progresistas de izquierdas, llamados así por repartir caramelos en los mítines y en las elecciones. Estaban convencidos de que los pueblos se podían gestionar de maneras más efectiva y democrática. El alcalde del Frente Popular, Jaume Bergas Pastor y Ángel Madrigal eran dos de sus firmes defensores.
En este interesante estudio también se pueden leer una serie de entrevistas con los alumnos del municipio que aún viven. Pere Carbonell, Xesc Ferriol y Pep Vanrell que cuentan interesantes y aleccionadoras anécdotas de un maestro que sin duda dejó huella en el pueblo de Maria de la Salut.
Diario de Mallorca 06/09/2010