dissabte, 23 d’abril del 2011

La dona a la universitat del segle XXI



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Muchas alumnas pero pocas catedráticas

La mujer es mayoría entre los estudiantes de la Universitat y va ganando peso entre el profesorado, pero el ámbito investigador y los puestos de gestión aún parecen muy lejanos para ellas

MAR FERRAGUT. PALMA Alumnas, muchísimas. Profesoras, alrededor de un tercio. Investigadoras, pocas. Catedráticas, muy pocas. Vicerrectoras, tres de once. Gerente, una. Rectora, una.
 
Ése es, a grandes rasgos, el balance de las féminas en la Universitat de les Illes Balears. Ellas ganan en las aulas y por holgada mayoría. Pero en general los puestos de gestión y mando, las cátedras y la investigación siguen estando lejos para las mujeres. Aunque sea más fino que en las otras universidades debido a su juventud, la UIB también tiene un techo de cristal. Las estudiantes se estampan contra él, a pesar de que está comprobado que rinden y se titulan más.

Según los datos de matrícula de este curso, el alumnado está feminizado, ya que las jóvenes representan el 60,15% de los estudiantes de grados, diplomaturas, licenciaturas y títulos propios. Y no es algo de este año, ni del anterior. Hace doce años que las alumnas son mayoría, tendencia más acusada en los últimos cinco años. 

En 1840, Concepción Arenal iba a la universidad de Madrid disfrazada de hombre. En 1910, hace justo un siglo, se emitió una orden para que las mujeres pudiesen estudiar (sin trasvestirse). En 1970, las mujeres ya eran el 31% de los universitarios. Ocho años después, nacía la UIB.

"Antes de los 70 las chicas sólo iban a la universidad a buscar marido y a culturalizarse un poco, ya que hacían estudios que no estaban vinculados al mundo profesional, con excepción de magisterio", explica Victoria Ferrer, responsable en materia de género de la Oficina de Igualdad de Oportunidades de la Universitat, "pero aquí fue diferente, porque la UIB nació a hombros de la Transición". 

A pesar de que no hay datos concretos de las matrículas de 1978, Ferrer razona que la mujer tuvo un peso relativamente importante en la UIB desde el principio ya que en aquellos años había "muchos estudios de Humanidades y nada de Ingenierías, que son los estudios más masculinizados". Aún así, sí que había chicas que estudiaban ciencias cuando se creó la UIB según recuerda su primer rector, Antoni Roig. "En la Facultad de Ciencias donde yo era decano eran entre el 30 y el 40%", rememora. Luego puntualiza: "Aunque bueno, hablamos de que había 15 ó 20 personas por curso...". Profesoras había "muy pocas", explica: "La incorporación de las mujeres se ha ido haciendo poco a poco".

Diez años más tarde de la configuración de la UIB, las mujeres ya eran mayoría en las aulas. Hoy ocupan el 90% de los pupitres en varios estudios. Por ejemplo, en todos los relativos a Educación. En Maestro de Infantil, sólo hay un 2% de varones; en Psicopedagogía y Educación Especial no llegan ni al 12%. ¿La excepción? Maestro de Educación Física, donde se invierten las cifras y apenas un 32% son mujeres. Ferrer explica que el informe realizado por la Oficina de Igualdad hace referencia al periodo 2007/2008, pero que las proporciones no han variado mucho. Lo único a tener en cuenta es que este año, cuando ya se hará el balance de género de los grados adaptados a Plan Bolonia, los porcentajes de magisterio se diluirán porque ya no se separan por especialidades. 

Las carreras masculinizadas siguen siendo las Ingenierías. El caso más exagerado es el de Informática de Sistemas, donde sólo el 5,8% de los estudiantes son chicas. Según el informe, esta segregación horizontal se relaciona con factores como "los estereotipos de género, la división sexual del trabajo o la falta de modelos de referencia alternativos". Por ello, insiste Ferrer, "hay que trabajar para que cada persona elija lo que cuadra con sus intereses, sin dejarse influenciar por prejuicios".
 
Acerquémonos al techo de cristal. Actualmente, el 37,8% del personal docente e investigador son mujeres. Y sólo dos de cada diez cátedras están ocupadas por féminas. "Y estamos por encima de la media española, porque la UIB es joven y en el momento en que se han ido creando las cátedras había mujeres formadas preparadas para ocuparlas". 

El Informe de la Oficina dirigida por Esperança Bosch recoge además que las alumnas se presentan a más créditos, los superan en mayor proporción y se titulan en un porcentaje mayor. ¿Por qué? El trabajo recoge un combinado de causas: "Mejores hábitos de trabajo, motivación intrínseca más fuerte y más consciencia de las discrimnaciones que sufrirán en el mercado laboral".
 
Así lo indicaba la Síndic de Greuges del año 2000: "A un hombre siempre se le supone que que va a trabajar, en cambio una mujer lo tiene que demostrar". Estas palabras son de Montserrat Casas, actual rectora de la UIB; una de las nueve mujeres que defienden los intereses de su universidad en un mundo copado por 74 rectores varones.

 Diario de Mallorca 07/01/2011