dimecres, 26 de gener del 2011

I si eduquéssim?


Tribuna

¿Y si educáramos?


P. FRANCESC NOVELLA, SUPERIOR DEL ORATORIO DE SANT FELIP NERI DE PORRERES Cada cierto tiempo aparecen noticias sobre docencia normalmente alineadas en la opinión de ser necesaria una profunda reforma que, de algún modo, dibuje un horizonte distinto al actual por desolador. Se habla mucho, se fabrican algunas docenas más de eufemismos, se decora floridamente de tecnicismos el lenguaje educativo hasta hacerlo casi incomprensible en la vana ambición de disimular una realidad fea y muy preocupante. Parece posible exponer sin complejos que el peor lugar para estudiar es actualmente una escuela o un instituto. En las primeras la dinámica parece ser la propia del mundo de dibujos animados en su versión Epi y Blas: mucho juego, mucho reciclaje, bastante dinámica de club de amiguitos, celebraciones de todos los cumpleaños con tartita y bocatas y poco, muy poco estudio, esfuerzo inexistente; a los maestros se les llama de tú, un montón de gomina y piercings ya en primaria por aquello del derecho de imagen que como todo derecho se ejerce siempre que a uno le da la gana, ¡faltaría más!

El instituto es distinto del colegio aunque ciertamente es su lógica consecuencia: el volumen es mas alto en los pasillos, los insultos más frecuentes porque al desaparecer la infantilidad y el infantilismo aparece una cosa nueva casi incalificable. Ellas con aros en las orejas como ruedas de bicicleta y pintadas como un kiosco muy al estilo de la Esteban, musa de gran parte de nuestras colegialas. Ellos con el rosario al cuello mezcla de santería y tontería; con la gorrilla de medio lado dentro del centro porque oye, no nos vamos a enfadar por eso, y con medio culo al aire en exposición variopinta de ropa interior. Trapicheo diario de hachís en el recreo y un montón de colillas en el rincón menos vigilado. 

Los profesores de secundaria también tienen o tenemos perfil propio coincidente en la sensación de estar en un campo de batalla en el que la única salida honrosa aparece en forma de retirada aunque claro, la hipoteca no lo permite. ¡Más cornás da el hambre! El todo de ese hervidero de mala educación lo constituye una población mestiza en la que algunos no tienen ni idea de castellano ni catalán, otros sí saben, lo adivinas porque, en los insultos, la lengua no se les traba y son capaces de disparar como una metralleta una sarta de improperios inigualable y de difícil superación. Finalmente están los nuestros que a la postre no son mejores, insultan igual y han aprendido a pasar de casi todo no distinguiéndose en nada del conjunto global... ¿será eso la globalización? El resultado es desolador y todo eso a pesar de los esfuerzos que hacen equipos directivos, maestros reunidos o sin reunir, mediadores sociales o culturales, programas lingüísticos, policías tutores, tutores de curso y hasta la señora del bar.

En este punto uno ya empieza a preguntarse seriamente sobre la conveniencia o no de la enseñanza obligatoria hasta los dieciséis. En principio, claro, es de lo más civilizado y políticamente correcto apostar incluso por una obligatoriedad hasta los dieciocho o más, y sin embargo falla algo, ¿verdad? Efectivamente falla porque la obligación de ser enseñado debería ser eso, una obligación. La realidad actual dibuja un paisaje absurdo en el que el maestro debe enseñar obligatoriamente pero el alumno solo debe aprender cuando a él le de la gana si es que se la da alguna vez. Convendremos que todo este montaje supone un tremendo desaguisado, carísimo por cierto.

Cuando un maestro, pobre señor, se ve en la coyuntura desagradable de expulsar a un alumno, debe prepararse para que la lupa del sistema de los pedagogos Teletubbies se ponga sobre él. Parece preguntársele inquisitorialmente el porqué, el cómo, el cuándo y el para qué. Ese mismo sistema prevé toda una serie de protocolos interminables que deben ser rellenados y cumplimentados por la comunidad educativa, por los maestros vaya. Entretanto el expulsado se suele ir a casa más contento que unas pascuas. En las oficinas del instituto seguirán los trámites interminables: llamadas a los padres, normalmente insultos de los progenitores a los profesores... incomprensión. El docente rellena papeles y el maleducado alumno se recrea en su indolencia seguro como está de hallar la comprensión de sus coleguillas progenitores que le defenderán con uñas y dientes de su máximo enemigo, el maestro. Está fallando algo muy serio ¿verdad?

Deberíamos empezar a cambiar algo, y ante una expulsión convenir que quienes deberían correr hasta perder el culo deberían ser los padres puesto que a ellos en primer lugar se les puede y debe responsabilizar de la mala educación de sus hijos. Ellos, los padres, deberían correr de Herodes a Pilatos para intentar que su retoño fuera nuevamente acogido en el instituto mostrando así un interés que ahora no aparece por ninguna parte. Deberían rellenar ellos los formularios, cumplimentar, también ellos, las solicitudes, firmar compromisos y perder horas de trabajo yendo y viniendo del instituto al ayuntamiento o al organismo competente en materia educativa. Si han de someterse a la burocracia del sistema que se sometan ellos, y en el mientras tanto que el maestro siga dando clases que es lo suyo.

Actualmente los padres se suelen enfadar mucho con los educadores salvo honrosas excepciones cada vez más escasas. Uno casi diría que los consideran enemigos a batir. Existe la percepción que ese tiempo de educación obligatoria es una molestia, un trámite doloroso por lo extenso pero necesario para empezar a ganar dinero que es de lo único que se trata. Nuevamente aparece la pregunta en el horizonte: si ellos no quieren ser enseñados y nosotros no podemos obligarlos a aprender... ¿a qué estamos jugando aquí? No se a qué jugamos pero sí adivino lo que nos jugamos y es mucho, demasiado para seguir como hasta ahora en este juego de necios. En algún momento habrá que plantarse seriamente porcentajes de aprovechamiento, lo que no parece lógico es mantener un sistema brutal para millones de alumnos que a la postre quedan reducidos a unos pocos miles en cuanto a interés y rendimiento, no hablemos ya de resultados.

En el colmo del absurdo, y de una pedagogía enfermiza y ñoña, hace años decidimos no traumatizar a ningún alumno,  embarcados en esa locura vamos bajando año tras año, curso tras curso el nivel de exigencia. Hemos concedido derechos al gandul educándolo en la percepción de premiar su indolencia, a partir de ahí la prostitución está servida porque parece que todos tenemos derecho a que se nos dé un título, certificado o diploma de algo. El esfuerzo y el gusto por saber desaparece y en su lugar se instala la exigencia del vago, la reclamación del maleducado, la demanda del idiota.

Tengo verdadera añoranza de la escuela de mi infancia. Los maestros fueron excepcionales, don Melchor Rosselló Simonet creó escuela y aquella Aneja nos formó, educó y sensibilizó. Nos preparó para vivir en el sentido más amplio de la palabra. 

Pocas veces coincido con mis antiguos compañeros, cuando lo hacemos el recuerdo vuela emocionado a un momento de nuestra vida que nos forjó desde el respeto y la exigencia, desde la educación y la enseñanza a partes iguales. Fue aquel un momento en el que padres y docentes remaban en la misma dirección, en el que llamábamos de usted a los maestros y en el que se nos castigaba a recoger piedras del patio para evitar que nos las tiráramos. Recuerdo que cuando el castigo estaba cumplido don Melchor nos daba las gracias con mucha formalidad y nos regalaba un diminuto caramelo Kengo... Diminuto caramelo, dulcísimo recuerdo.

dimarts, 25 de gener del 2011

dissabte, 22 de gener del 2011

L'Escola a Finlàndia (2a part)




L'ESCOLA A FINLÀNDIA (2a part)



EL PAÍS - 16.12.2004

El cel i Finlàndia  

Joan Subirats és catedràtic de Ciència Política de la Universitat Autònoma de Barcelona
 


Després de publicar l'Informe PISA de l'OCDE, hem travessat uns quants dies de autoflagel·lació en relació amb la situació del nostre sistema educatiu. Els diversos protagonistes de la història no s'acaben de posar d'acord sobre les responsabilitats de cadascú en l'aparent disbarat final. I tampoc són freqüents les resolucions sobre què hauríem de fer. Uns diuen que el problema són les famílies, que no fan el que haurien. de fer. Altres diuen que els professors estan desanimats o que no saben com adaptar els tradicionals mètodes educatius a la nova realitat social. Bastants professors i diversos comentaristes al·ludeixen, en proporcions variables, a la pèrdua de la "cultura de l'esforç", la manca de referents, els dèficits d'autoritat, o la confusió generada pel doctrinarisme integrador de la LOGSE, que no permet diferenciar entre bons i mals estudiants. Tots coincideixen a assenyalar que si l'Administració incrementara el seus recursos tot aniria millor. 


I mentrestant, en el panorama de les bones pràctiques (manera contemporània de referir-se a les històries exemplars d'abans), ens apareixen Finlàndia, Corea o el Japó com els països que millors resultats educatius aconsegueixen. En moments com els actuals, de males notícies, confusió i de nou canvi normatiu, és bo tenir models als quals recórrer per copiar allò que sigui copiable. El problema dels exemples de referència és que t'agraden parts d'aquest, però no vols copiar ni en pintura altres aspectes del model que et semblen francament evitables. Em pregunto quanta gent voldria acostar-se al model educatiu finlandès o coreà si això impliqués assumir tots els aspectes no estrictament educatius que probablement són determinants per explicar el bon rendiment acadèmic dels estudiants. No crec que, per exemple, les taxes de suïcidi, especialment entre joves adolescents dels tres països esmentats, sigui una cosa a la que vulguem apropar-nos. Em costa imaginar que les pautes culturals que encara predominen en les relacions home-dona a Corea o Japó, o els models d'autoritat familiar encara vigents en aquests països, siguin directament exportables. És evident que no podem parlar d'educació sense parlar de societat. A la pregunta sobre quina educació volem, hauríem d'anteposar la pregunta sobre quina societat volem. 


Si el que volem és una societat que s'orienti a la cohesió social, a la reducció de les desigualtats, l'enfortiment de l'autonomia individual en un context de solidaritat i implicació social, que reconegui la diversitat en les seves múltiples facetes, i la dignitat de totes les persones que la componen, llavors necessitem complementar l'Informe PISA amb altres indicadors que ens ajudin a veure si anem bé o malament. En aquest sentit no em sembla malament que parlem de Finlàndia com a referent, no només educatiu, sinó també social. I de fet en aquest país no crec que ningú dubti de la impossibilitat de separar educació de democràcia, educació de societat, o educació d'equitat. Els principis de l'educació finlandesa són clars: igualtat d'oportunitats educatives per a tots sense distinció, no separació de sexes, gratuïtat absoluta, cap separació per nivells en cap nivell educatiu, gran pes dels governs locals en la gestió educativa, fort procés de cooperació entre nivells educatius i altres agents socials, suport individualitzat educatiu i social als alumnes amb dificultats d'aprenentatge, una avaluació pensada en termes de desenvolupament personal (que no inclou ni classificacions d'alumnes ni tests per seleccionar), professors amb gran autonomia (però també gran responsabilitat) i permanentment en formació, i una aproximació socioconstructivista a la tasca d'ensenyar (vegeu www.edu.fi). Els alumnes estan dels 6 als 16 anys a la mateixa escola. Les escoles primàries són propietat i responsabilitat dels municipis en un 99%. Les escoles secundàries també ho són en un 91%. L'educació especial i la formació professional està també en mans dels municipis o de la federació de municipis en un 78%. Les coses que he llegit aquests dies de l'educació finlandesa no mostren un sistema sense problemes. Allà també és difícil mantenir l'atenció de la mateixa manera d'alumnes molt diversos. També hi tenen la sensació que els falten recursos. I és habitual que els problemes de les famílies, del treball o del barri, traspassin les portes i finestres dels centres i generin dificultats en les aules. 


Els avantatges essencials de Finlàndia deriven de la seva grandària (sis milions), de la seva descentralització política, que la distància entre rics i pobres no sigui molt significativa, que els problemes no siguin vistos com una desgràcia sinó com a senyals als quals anticipar-se (si és possible) o buscar solucions col·lectives. I, sobretot, deriven d'un país que ha entès que la millora d'educació no és un problema exclusiu de les autoritats, sinó de tota la societat. La declaració de la Federació de Moviments de Renovació Pedagògica de Catalunya sobre l'Informe PISA afirma una cosa que comparteixo plenament: "Si busquem l'experiència de països propers que de manera sostinguda treuen bons resultats en aquest tipus d'estudis, veurem que la inversió en educació és més alta que la nostra des de fa dècades, que les polítiques d'atenció a la infància posen a disposició de les famílies molts serveis bàsics gratuïts, que la descentralització de les competències educatives és un fet... i que no es tracta de manera diferent a els alumnes brillants que als que tenen més dificultats...". I ja que en aquest últim aspecte no anem tan malament a Catalunya com podria semblar, insistim en aquesta línia i reforcem i millorem en tota la resta. Finlàndia no és el cel ni probablement un model a seguir cegament, però mostra una manera raonable de construir una societat més justa i cohesionada. Ni més ni menys.


 Traduced by 



L'Escola a Finlàndia




L'ESCOLA A FINLÀNDIA (1a part)


 
Bons professors, famílies compromeses i una sòlida inversió aconsegueixen l'educació més eficaç del món al país nòrdic

Carmen Morán. - 2004.12.19 (Enviada especial) - Hèlsinki


* Finlàndia dóna la nota
* El sistema educatiu finlandès és públic i gratuït des que un nen neix fins que fa el doctorat a la universitat.


A les 08:00 Marku Keijonen entra a l'escola. Té 42 anys i és el director de l'escola Porolahden Perus, de Hèlsinki. La primera activitat del dia és encendre l'ordinador. "No és una cosa fútil, en obrir el meu correu trobo les cartes dels pares d'alumnes que he de contestar". Les famílies estan en contacte permanent amb el centre i és als pares a qui ha de retre comptes del seu treball l'escola en primer lloc.

Finlàndia. A aquest país de nits blanques i tenebres eternes, segons l'estació que toqui (ara fa fosc a les quatre de la tarda), les estadístiques li somriuen. El Fòrum Econòmic Mundial diu que té l'economia més competitiva del món, és el país de l'Europa dels Quinze amb una major difusió de diaris per habitant (430 per cada 1.000), notable taxa de fecunditat, 1,7 fills per dona ( la mitjana de la UE és 1,4). Però potser són els resultats escolars dels seus alumnes els que més alegries els han donat en els últims temps. L'informe PISA 2003, que mesura el rendiment educatiu dels països de l'OCDE, es va publicar fa un parell de setmanes i de nou posa a Finlàndia com el país exemplar: són els primers en matemàtiques, en comprensió de l'escriptura i en cultura científica (amb Japó).

Els professors no saben molt bé el perquè d'aquestes dades. S'inverteix un 5,8% del PIB en educació, però altres també ho fan; seu clima endimoniat deixa als nens a casa a l'abric dels llibres, però a Islàndia o a Dinamarca calor no en fa. En una de les aules tenen els nivells de immigració més baixos de l'OCDE. Però totes aquestes coses no expliquen per si soles l'èxit repetit. Els professors, i la mateixa ministra d'Educació, Tuula Haatainen, ho atribueixen en gran mesura a la sòlida formació dels docents i a un marc educatiu molt clar. "Tenim un sistema uniforme, obligatori i gratuït que garanteix l'equitat i l'accés per a tothom, el personal docent està altament qualificat i les mares, incorporades al sistema laboral, són les primeres a motivar els seus fills perquè estudiïn", resumeix la ministra.

El sistema educatiu finlandès és públic i gratuït des que un nen neix fins que fa el doctorat a la universitat. Però a més és obligatori dels set als 16 anys. En aquesta etapa tots estudien el mateix i el Govern pretén a més que ho facin en el mateix edifici, o el més a prop possible, per garantir un seguiment continuat de l'alumne. En això estan.

L'Estat marca un 75% d'ensenyaments comuns i la resta ho organitza l'escola amb la participació activa d'estudiants i famílies. La llibertat per dissenyar el dia a dia escolar és àmplia, per tant, no és fàcil parlar del sistema de forma general. Però hi ha alguns aspectes comuns. La formació dels professors és un d'ells. Tots han de passar cinc anys de carrera, un terç de la qual serà de contingut pedagògic. "No n'hi ha prou amb saber matemàtiques", diuen. I la majoria, com recorda la ministra, té un any més d'estudis, un màster.

Els professors creuen que el seu salari podria ser una mica més elevat que els aproximadament 2.300 euros bruts al mes, però, estan contents amb les 13 setmanes llargues de vacances a l'any (els espanyols tenen una mica més de 16). La jornada setmanal és de 37 hores encara que no totes siguin d'ensenyament a classe. Si se'ls pregunta, no dubten: són mestres per vocació i estan motivats. Potser perquè gaudeixen de valoració social i prestigi entre els seus compatriotes "En general comptem amb la confiança dels pares, encara que això va decaient", presagia Tuula Tapaninen, la orientadora de l'escola Porolahden Perus.

A l'altre costat de Hèlsinki, la rectora de l'escola Alppila, Aulikki Kalalahti, assenyala una altra dada que explica la motivació dels mestres: "Tenen llibertat per treballar amb els alumnes i veuen que aconsegueixen èxits amb ells".

Colze a colze

Els professors treballen colze a colze amb les famílies, amb les quals mantenen una relació fluida. Al gener l'escola Alppila organitza les seves jornades de presentació, a les que acudeixen els pares per conèixer el seu mètode de treball. Si els agrada podran optar lliurement per matricular allí als seus fills. Els pares poden escollir el centre però solen quedar-se al més proper. El Alppila manté amb el centre de primària que li correspon per proximitat una estreta sintonia que afavoreix el seguiment dels alumnes fins al final de l'etapa obligatòria.

El 50% dels nens que es matriculen dels 13 als 16 anys a l'escola vénen del seu centre adscrit, però l'altra meitat prové de qualsevol racó d'Hèlsinki. L'escola s'ha guanyat una bona fama en comunicació i expressió. És un exemple d'un fenomen recent en l'educació de la ciutat, l'especialització d'alguns centres en música, matemàtiques, esports ... Quan un alumne destaca en alguna d'aquestes disciplines els pares tracten de matricular-hi, encara que alguns centres imposen un test per avaluar les habilitats de l'aspirant. Si hi ha places, estaran dins.

L'oferta i la demanda es distribueixen per ara raonablement entre totes les escoles d'Hèlsinki, encara que l'ajuntament ha eliminat (excepte excepcions) les beques de transport per als nens que es traslladen per voluntat pròpia a centres allunyats de casa seva.

Quan les famílies s'acostin a conèixer el Alppila, la rectora els explicarà que han rebut algun premi per complir fidelment amb el seu programa: els professors es van proposar treballar en equip, ben coordinats, i ho van aconseguir amb escreix. L'Administració els va estendre un xec de 28.000 euros. Es van anar de vacances a Hongria i es van donar un bon sopar de Nadal. Això va ser l'any passat.

Quan les coses pinten pitjor, els professionals del centre es prodiguen en suports acadèmics i socials per als alumnes. El nombre d'estudiants per classe ronda la vintena, però si hi ha problemes acadèmics els treuen en grups de 10 i els posen al dia. I si s'ha de repetir curs? "Serà en els primers anys de primària, com més aviat", diu la rectora.

Aquest és el principal repte que assenyalen els docents: poder treure a tots els alumnes endavant, vinguin d'on vinguin. Per això, quan s'entreveuen un problema posen en marxa els seus molts mecanismes de prevenció.

Si la cosa es complica, l'Administració (local o nacional) es rasca de nou la butxaca. L'escola està enclavat en un barri amb problemes socials i ja de partida rep més pressupost que altres. "L'any passat vam tenir un problema i el municipi d'Hèlsinki ens va concedir 18.000 euros que es van rebre aviat". Amb aquest pressupost la rectora va contractar un professor per hores que va ajudar els endarrerits a fer els deures, entre altres coses.

A Finlàndia els centres tenen bones instal lacions i equipaments, però també es percep una certa austeritat. Una simple cartolina amb paperets enganxats serveix a la rectora del Alppila per deixar constància escrita dels propòsits educatius del curs. I els compleixen.

Els alumnes també responen. Fan els seus deures, que no són pocs, i no es queixen. Però no són adolescents de comportament angelical. Són com tots, i entre ells comença a estendre el desànim, com assenyala el rector del centre Porolahden Perus. L'alcohol és una de les grans preocupacions d'aquest país, es beu molt i com amb embut. I l'atur arriba al 9%. Per ara, prop d'un 60% dels alumnes segueix al batxillerat camí de la universitat i la resta es matricula en formació professional. És difícil trobar algú que acabi sense el seu títol.

Els finlandesos tenen un sistema educatiu lliure que roda amb fluïdesa, bons mestres, famílies que participen i diners per afrontar les dificultats. I una voluntat fèrria per a complir amb el deure. El 85% dels finlandesos són luterans (poc practicants). Pot l'esperit de Luter ("Sempre pecador, sempre just i sempre penitent") inculcar aquesta mena de responsabilitat personal en el caràcter de mestres i alumnes? "És possible", diu amb serietat el director de l'institut Porolahden Perus. "És la responsabilitat que cal complir. Però això té el seu costat dolent: els professors a vegades s'exigeixen tant, que arriben a emmalaltir".

14 anys de rector

Als directors d'escoles a Finlàndia els tria l'Administració. A Marku Keijonen, de 42 anys) ho va designar el Consell d'Educació de Hèlsinki i porta ja 14 anys exercint com a rector (així els anomenen), els últims cinc en el centre Porolahden Perus. Hi ha funcionaris públics amb formació pedagògica i representants polítics. Ells trien als rectors.

Per arribar al càrrec cal una titulació de professor i alguns anys d'experiència com a subdirector. L'elegit s'encarregarà de designar dos subdirectors. "Els rectors estem molt ben pagats, molt per sobre del salari d'un professor, una mitjana de 4.500 euros", detalla Keijonen. Però el treball del rector és tal que no són molts els que guarden cua a la porta, explica. "S'ha de portar l'economia del centre, el maneig dels recursos humans i la cura dels nens, alguns fins i tot fan classe".

No requereixen formació específica per a la gestió. La seva tasca és "prevenir els conflictes, parlar amb pares, alumnes, professors". "Si un professor suspèn a 15 de 20 alumnes? El primer que ha de fer és mirar-se al mirall. Si suspenen cinc, el professor ha de buscar les raons".

Disciplina i problemes acadèmics

La conflictes a classe no són freqüents a Finlàndia, perquè prefereixen prevenir curar. "Als quatre anys ja es detecten els problemes", afirma la directora del centre Alppila, Aulikki Kalalahti. Però quan la falta de disciplina arriba a l'aula un grup de professionals es posa mans a l'obra. El professor és el que dóna la veu d'alarma. Al centre compten amb un treballador social, un metge, un infermer, i un alumne elegit pels seus companys que rep algunes classes per tractar conflictes. El tutor també s'encarrega a ple rendiment d'aquests assumptes amb la col.laboració de la família. Entre tots tracten de resoldre el problema abans que vagi a més.

A l'escola Alppila els alumnes es comprometen cada any a seguir unes regles de joc que ells mateixos redacten i negocien amb els seus professors. Això els serveix per mantenir l'ordre.

Si la manca de l'alumne en qüestió és acadèmica, els mateixos professors redoblen la seva jornada per donar-li classes de suport. Si hi ha diversos endarrerits se'ls treu de la classe i reben suport extra en grups de 10, com a molt.

També hi ha alumnes encarregats de donar suport acadèmic als companys que flaquegen en alguna matèria.

Heidi de Lapònia

El nord de Finlàndia és el territori de les neus i els rens, amb una població que no supera les 13 persones per quilòmetre quadrat. Allà va néixer Heidi Nuorgam fa 26 anys. I allà va anar a escola, en un poblet de 200 habitants, Utsjoki. Per anar a l'institut viatjava cada dia a un poble més gran i no recorda que els nois de ciutat sabessin més que ella. Va cursar estudis d'Hostaleria a la capital de Lapònia, Rovaniemi.

Recorda els rens del seu avi i les botes típiques de caminar per la neu. I la seva mare animant-la a estudiar. Llavors la seva mare treballava en una guarderia i ara en un restaurant, com ella a Hèlsinki.

Heidi parla finès, i entén el suec, com molts joves de Finlàndia (és llengua cooficial i s'estudia a l'escola). Però també parla anglès i un espanyol amb accent canari. Va estar a les illes treballant algun temps. De noia li agradava la història i la religió (a Finlàndia s'estudia la religió de cada alumne i ètica per a la resta).

Tant Heidi com la seva mare pensen estudiar alguna cosa més. "No vull treballar sempre de cambrera". "Sento que l'educació és important i útil. Pots dir que tens educació. Això és un orgull".
 

Aquest és el secret de les escoles a Finlàndia

Per Juho Rissanen .- El Mundo (12-12-2004)

* Per donar classes s'exigeix una titulació universitària de caràcter superior. Un mestre de primària requereix sis anys de carrera a la Universitat

Jenni, de 15 anys, té una mitjana de set hores lectives al dia. En la seva classe estan junts els bons i els mals estudiants, encara que l'habitual és que el nivell sigui molt similar. S'ha beneficiat d'un pla del 96 per millorar en Matemàtiques i Ciències. L'ensenyament, el material i el menjar són gratuïts. I el professor està supermotivat.

"Vinga, sacseja'l, pega-li una puntada al cul!". La veu del noi sona, per descomptat, inquietant. Al pati de l'escola Ressu, a Hèlsinki, un grup de col.legials s'ha arremolinat al seu voltant.

Ningú està picant a ningú, però. No hi ha empentes ni cops reals i cap noi s'està barallant. L'únic que fan és entretenir-se amb el nou joc dels seus mòbils Nokia abans que comencin les classes.

No es diferencia massa d'altres matins en qualsevol escola finlandès. A les portes ja de l'hivern, encara no ha matinat del tot quan els nens es disposen a entrar, a les vuit del matí. Tampoc veuran el sol quan tornin a casa, a les quatre de la tarda.

Arriba l'hora i els xavals pugen precipitats les escales que condueixen a les aules. Un cop a elles, es treuen els abrics, desconnecten les melodies dels seus mòbils, els guarden en les seves motxilles i es disposen a rebre classe en el millor sistema educatiu del món. Així, almenys, ho acaba de determinar l'Organització per la Cooperació i el Desenvolupament Econòmics (OCDE) després d'examinar durant sis hores i mitja a 250.000 estudiants de 15 anys en 40 països. Finlàndia va obtenir la millor puntuació en les tres categories que es van avaluar, Lectura, Matemàtiques i Ciències.

Espanya, 12 punts per sota de la mitjana de països de l'OCDE, va quedar en el lloc 24, superada per Polònia, República Txeca, Irlanda, Hongria ...

Els 20 alumnes omplen de seguida la petita classe. Els nois se senten darrere i les noies en els pupitres davanters. Entre elles, Jenni Sinkonnen, de 15 anys, alumna de 9è curs, l'últim de l'ensenyament obligatori, en Ressu. Vestida amb un suèter negre i uns texans, i amb els cabells recollits en una cua, podria passar per típica estudiant de qualsevol lloc d'Europa més al nord de Bèlgica.
 
"Encara no m'ho puc creure", explica amb tranquil·litat. "Els resultats han estat una gran sorpresa per a nosaltres, els alumnes". Agrada com s'expressa de bé l'adolescent.

Molt probablement hi haurà llegit alguna cosa al diari. Tres de cada quatre nens finlandesos de 15 anys asseguren llegir per plaer cada dia i, a diferència d'altres xavals europeus, prefereixen els diaris, les revistes i els còmics a les obres de ficció.

Els finlandesos són coneguts per la seva modèstia i Jenni no pot evitar posar-se vermella mentre parla, però segueix exposant amb força coherència les que ella creu que són les raons de l'èxit finlandès. "No ens considerem superestudiantes. Ens limitem a fer els deures i a estudiar per als exàmens. Si algun company se sent cansat i no té ganes de seguir tots els altres li animem i tractem d'ajudar".

En la seva lúcida candidesa, Jenni acaba de donar una de les claus del sistema. I és que per sobre dels espectaculars resultats, el que els experts de l'OCDE i d'altres països han ressaltat de les conclusions de l'informe és l'equitat del sistema finlandés. La diferència de puntuació és molt escassa entre els millors i els pitjors alumnes del país nòrdic. I els resultats d'aquests últims són força satisfactoris en relació a la mitjana dels de l'OCDE.
 
"Un dels aspectes més importants del sistema és que els professors s'asseguren que cap alumne es quedi endarrerit". Mentre Jenni atén les lliçons del seu professor de Matemàtiques a classe, com ella en jersei i texans -és gairebé impossible veure una corbata o un vestit en un institut finlandès-, Erja Hoven s'esplaia orgullosa sobre Educació en el despatx de direcció de Ressu .
 
"No dividim als alumnes entre els que van millor i els que necessiten més temps", prossegueix. "Aquí tothom és igual. No hi ha repetidors. No deixem que cap es quedi enrere. Si se'ns presenta un problema amb algun estudiant, el tractem immediatament amb els altres professors, els seus pares, el director de l'escola i un psicòleg".

Però l'atenció a la diversitat i la confiança cega en els sistemes comprensius enfront dels selectius -és a dir, en els sistemes que no separen els alumnes en funció de les seves capacitats- no són les úniques claus de l'èxit finlandès.

FINS ELS LLAPIS GRATIS

Cada dia, després d'haver dormit nou hores, Jenni s'aixeca alguna cosa després de les 6 del matí a casa seva Malminkartano, un suburbi d'Hèlsinki. Esmorza unes torrades, es vesteix i es maquilla lleugerament i agafa un tren que 45 minuts més tard li deixa al centre de la capital, on es troba Ressu.

Amb 350 alumnes d'entre 7 i 16 anys, Ressu és una escola mitjana de les més de 4.300 d'Ensenyament Bàsica del país. N'hi ha de fins a 900 alumnes, però també de només 10 en les zones rurals. Fins al 9è curs, el que estudia ella, l'educació és obligatòria al país bàltic.

Fins fa dos anys, Jenni estudiar al costat de casa, a l'escola de Malminkartano, però en vuitè va decidir canviar seguint a unes amigues que van canviar de casa i, conseqüentment, d'escola. Tot i que els pares poden triar amb gairebé total llibertat l'escola de seus fills, el més habitual és que acabin estudiant en el més proper a casa, en part perquè, com acaba de demostrar l'informe de l'OCDE, a penes hi ha diferències entre centres.

Ni a Malminkartano ni a Hèlsinki va haver de pagar res. L'ensenyament obligatori és absolutament gratuït a Finlàndia i l'Estat paga no només els salaris dels professors sinó tot tipus de material escolar, des dels llibres fins a l'últim llapis.

Si l'alumne viu a més de cinc quilòmetres, el centre ha de garantir el seu transport. A més, tots els alumnes reben un dinar calent cada dia al migdia que garanteix la seva bona alimentació, una mesura que ha estat inalterable des de fa 50 anys.
 
"D'aquesta manera", comenta Hoven, que a més de directora és professora de Física, "els alumnes i els seus pares es mostren més receptius cap a l'ensenyament. Fins i tot avui dia hi ha alguns xavals de famílies pobres que fan el seu únic àpat calent del dia a l'escola".

Avui a Ressu hi ha peix, patates, amanida, llet i pa. Sovint, Jenni i les seves amigues critiquen el menjar de l'escola, però se'l mengen amb gana. 

"La veritat és que no pensem molt en això", diu la nena, "però ens n'adonem que som molt afortunades per gaudir d'un sistema en el qual tot està pagat i no hi ha taxes". L'Estat finança fins i tot els escassos col.legis privats que existeixen. D'universitats n'hi ha 20 -en un país de cinc milions d'habitants-, totes elles públiques.

Una càrrega massa onerosa? No del tot. Finlàndia va invertir el 2001 el 5,8% del seu PIB en Educació. És més que el que va invertir Espanya (4,9%), però a penes dues dècimes més que la mitjana dels països desenvolupats.

"Els resultats demostren que la despesa per alumne té certa relació amb el rendiment, però no garanteix uns bons resultats", explica Andreas Schleicher, cap de la Divisió d'Anàlisi d'Indicadors Educatius de l'OCDE i un dels coordinadors del recent informe. "Àustria, Corea, Finlàndia o els Països Baixos han invertit bé els seus diners, però països que inverteixen molt per alumne, com Itàlia o els Estats Units han quedat per sota de la mitjana". No es tracta tant de gastar més en Educació (que també) com de gastar millor.

QUATRE IDIOMES
 
"Tenim unes set o vuit hores de classe al dia". Jenni aprofita un dels descansos de 15 minuts entre classe i classe per seguir comptant com passa un dia d'escola. Des de fa dos anys pot triar algunes de les assignatures que vol estudiar, entre elles Anglès i Francès. Ha agafat les dues. A més, estudia suec obligatòriament des de 3r. El suec és la segona llengua oficial de Finlàndia, l'idioma matern de prop del 6% de la població.

Si volgués, Jenni podria estudiar una quarta llengua estrangera, alemany o rus. Entre les assignatures que també ha deixat de banda, hi ha les manualitats i Economia de la Llar, però no ha pogut esquivar la Informàtica.
 
"Els ordinadors i Internet s'han convertit en eines d'ús diari a les nostres aules. Ensenyem als nens a manejar des que tenen 7 anys, des del primer curs", assegura la directora Hoven.

El 1996 les autoritats educatives van posar en marxa el programa LUMA, sigles de luonnontieteet ja matematiikka (Ciències i Matemàtiques, en finès). L'objectiu era millorar els resultats dels alumnes de tots els nivells en aquestes dues assignatures. Per a això es va formar als professors, es van organitzar ensenyaments de caràcter molt més pràctic i experimental i es va invertir molts diners en modernitzar els laboratoris de les escoles i instituts i en adquirir ordinadors i programes informàtics.

LA PEDRA ANGULAR

Però des del expert Schleicher fins a l'últim pare dels 500.000 estudiants d'Ensenyament Bàsic finlandesos estan convençuts que la pedra angular de l'èxit finlandès són els profesors. Fins i tot els alumnes ho reconeixen. Jenni: "Es veu de seguida que un professor està motivat quan t'anima a estudiar i sempre sembla feliç. Ah, i no ens envia molts deures".

La seva directora també creu que és la bona formació dels professors finlandesos el que explica els excel.lents resultats. "Aquí els professors estan més ben preparats que en molts altres països. Per donar classes s'exigeix una titulació universitària de caràcter superior. Ser només un mestre de primària requereix sis anys de carrera a la Universitat", emfatitza Hoven, amb 21 anys d'experiència.

El nombre total de professors d'ensenyament obligatori ronda els 40.000. La proporció aproximada d'alumnes per professor el 2002 era d'uns 14, més o menys la mateixa que a Espanya i la mitjana dels països desenvolupats.

El que diferencia els professors finlandesos és que, com apunta el professor Jouni Välijärvi, de la Universitat de Jyväskylä -cap al centre del país- i coordinador de l'estudi de l'OCDE a Finlàndia el 2000, la seva formació està dirigida a que, a més de perfectes coneixedors de la matèria que imparteixen, siguin "autèntics experts en Pedagogia". Per això el seu pas per la Universitat resulta tan extens.
 
"En la cultura finlandesa, el professor és vist com un dels professionals més importants de la societat", continua Välijärvi: "en conseqüència, s'han invertit molts recursos en la formació de mestres".

Els professors, però, creuen que tot i aquest reconeixement cobren poc. "És molt trist que tinguem uns sous tan baixos", es lamenta Hoven. "La paga depèn del temps que el professor porti treballant. Un jove nouvingut a l'escola pot guanyar uns 1.600 euros bruts. Amb els anys pot arribar a guanyar uns 2.400. Tothom opina que és molt poc".

L'OCDE dóna unes xifres una mica més altes, una mica més de 26.000 euros bruts anuals per a un nouvingut, més o menys l'equivalent a la renda per càpita del país (26.478$, el 2002).

Malgrat això, molts joves aspiren a convertir-se en profesores.  I això redunda en la qualitat del sistema. Les universitats que ofereixen titulacions de professor només poden acceptar al 15% dels alumnes que demanen matricular-se cada any. El 85% restant queda fora. La selecció és brutal i es garanteix que només els més brillants acaben per accedir a les facultats.

20 ANYS D'UNIVERSITAT

Quan acaben les classes, Jenni dedica mitja hora a fer els deures. Després, va a classes de ballet quatre dies a la setmana o surt una estona amb les seves amigues. Gairebé mai veu la televisió i el més normal és que a les nou de la nit ja estigui al llit.

Si surt amb les seves amigues no xerren només de nois o de música Pop. Sorprenentment, passa bona part del seu temps lliure discutint sobre els deures. "Ens ajuntem al centre comercial i anem a veure una peli, però acabem tractant d'arreglar els deures o parlant del proper examen. Si alguna de nosaltres no ha tingut temps d'estudiar suficient o hi ha alguna cosa que no entén, les altres es ho expliquem. Cuidem una de l'altra".

La noia està molt motivada amb els seus estudis perquè té prou clar el que vol. Com la majoria dels seus amics, la tardor que ve seguirà estudiant. Començarà els tres anys d'Educació Secundària Superior, l'etapa en què l'escolarització deixa de ser obligatòria a Finlàndia.

Es gradua amb 19 anys i tractarà d'accedir a la Universidad. El 71% estudiants finlandesos arriba a la Universitat. Des de fa anys somia amb estudiar Medicina. "M'agradaria ser doctora, ajudar a la gent".

Tant la Secundària Superior com la Universitat són gratuïtes a Finlàndia. Si aprova els exàmens d'accés un pot estudiar durant 20 anys si li dóna la gana, encara que la majoria d'universitaris no passen més de set (tampoc menys de cinc).

Un altre dels descansos entre classes està a punt d'acabar. Amb coratjosa energia, Jenni agafa la seva motxilla i revisa una vegada més si l'han enviat algun missatge al mòbil. Li toca tornar a classe en el sistema educatiu més eficaç del món.

__________________________________________________________________

Jenni SINKONEN

1. Té 15 anys i estudia 9è curs, l'últim de l'ensenyament obligatori del sistema finlandès, a l'escola Ressu de Helsinki.
2. Quan acabi aquest curs hi haurà suportat una càrrega lectiva de 6.126 hores de classe des dels set anys.
3. Al final del seu període d'escolarització obligatòria l'Estat finalndés haurà invertit en la seva formació 40.866 euros.
4. Es graduarà de Secundària Superior amb 19 anys i estudiarà Medicina. El 71% d'alumnes finlandesos acaba ingressant a la Universitat.
5. Passa unes set hores a classe i necessita al voltant de mitja hora diària per fer els seus deures.
6. A més de la seva llengua natal estudia suec, anglès i francès. Té a més la possibilitat d'estudiar un quart idioma, alemany o rus.
7. Fora d'hores lectives pràctica ballet quatre dies a la setmana.


ELENA BARTOLOMÉ

1. Té 15 anys i estudia 4t d'Ensenyament Secundari Obligatori (ESO), l'últim d'escolarització forçosa del sistema espanyol a l'Institut Juan de Mairena de Sant Sebastià dels Reis (Madrid).
2. Quan acabi aquest curs hi haurà suportat una càrrega lectiva de 7.731 hores de classe des dels set anys.
3. Al final de la seva escolarització obligatòria l'Estat espanyol ha invertit en ella 35.155 euros.
4. Es graduarà de Batxillerat amb 17 anys i estudiarà Periodisme. El 50% d'alumnes espanyols acaba ingressant a la Universitat (un 19% més realitza un altre tipus d'estudis superiors.
5. Passa unes set hores a classe i necessita fins a dues hores diàries per fer els seus deures.
6. A més de la seva llengua natal estudia anglès i francès com a optativa.
7. Fora d'hores lectives estudia anglès i practica aeròbic.

 
ERJA Hoven

1. Té 47 anys (21 de professora). Ensenya Física i és directora de l'escola Ressu d'Hèlsinki.
2. Imparteix classes a grups d'entre 21 i 26 alumnes.
3. Cobra aproximadament 3.400 euros (bruts). Segons l'OCDE, el salari a Finlàndia d'un professor de Secundària és de 30.575 euros anuals en començar, 36.625 euros després de 15 anys i 38.325 euros al final de la seva carrera.
4. El 71,4% de professors de Secundària Obligatòria són dones enfront del 46% en l'Ensenyament Superior.
5. Una demanda: "És molt trist que tinguem uns sous tan baixos. Tothom opina que guanyem molt poc".

 
ANGELES GONZALEZ

1. Té 46 anys (22 de professora). Ensenya Biologia i Geologia a l'Institut Juan de Mairena de Sant Sebastià dels Reis (Madrid).
2. Imparteix classes a grups d'entre 17 i 25 alumnes.
3. Cobra aproximadament 1.800 euros. Segons l'OCDE, el salari a Espanya d'un professor de Secundària és de 23.562 euros anuals en començar, 27.580 euros després de 15 anys i 34.322 euros al final de la seva carrera.
4. El 59,8% de professors d'ESO són dones enfront del 35,2% en l'Ensenyament Superior.
5. Una demanda: "Els professors estem farts de lleis d'Educació. Volem un pacte d'Estat que estableixi la base cobre què i com hem de fer consensuat per tots els sectors socials".

El sistema educatiu alemany


El sistema educatiu alemany



Els 16 Estats Federats o Länder tenen competències en matèria d'educació i cultura. D'aquesta manera, el govern federal fixa metes i mesures generals i els Estats són els que el porten a la pràctica. Ambdues institucions, estatal i federals, han de perseguir objectius comuns. Amb aquesta finalitat, els ministeris d'educació dels 16 Estats es reuneixen regularment per discutir assumptes d'interès compartit, al mateix temps que una comissió estatal coordina les polítiques d'educació entre els estats.

Normalment, els nens comencen a assistir al jardí d'infants (Kindergarten) a partir dels 3 anys d'edat. L'obligatorietat escolar a Alemanya és a partir dels 6 anys fins al novè odesè curs, depenent de l'Estat, i com a màxim fins als 18 anys.

La majoria dels jardins d'infància estan mantinguts pels municipis, les Esglésies i les organitzacions benèfiques, també n'hi ha gestionats per empreses i associacions. Tots els nens tenen dret a una plaça en el Kindergarten. Els pares han de pagar unamensualitat en funció dels seus ingressos, independentment que l'establiment sigui público privat. Durant l'últim any en el Kindergarten, els nens en preescolar (Vorschulkind) prenen contacte amb les lletres i els números, encara que no sigui possible parlar encara d'alfabetització.


Escola primària

L'ensenyament públic a Alemanya és gratuïta a partir de l'escola primària (Grundschule) que s'inicia als sis anys, a penes es paguen part dels llibres. Un semestre abans d'entrar al'escola, els nens són sotmesos a un test mèdic. Si es detecten problemes en el desenvolupament psicològic, motor o lingüístic, el nen podrà rebre assistència percorregir aquests defectes. El primer dia a l'escola obeeix a tot un ritual en el qualparticipa tota la família al complet.

La forta presència de l'Església en la societat alemanya es fa present en aquest dia. En moltes escoles, durant el primer dia de classe, abans de la distribució en les aules i el primer contacte amb el professor, es realitza una cerimònia eclesiàstica a la parròquia més propera. Una altra peculiaritat és la Schultüte (con colorit que s'ofereix als nens el primer dia d'escola) ple de dolços.


Escola secundària

En acabar l'escola primària o elemental, els nens comencen a definir a poc a poc la sevaorientació professional . Conforme al rendiment del petit dels primers quatre anys d'escola, el professorat suggereix als pares el tipus d'escola d'ensenyament secundari més adequat per al seu fill i aquests trien llavors.

- Hauptschule o escola bàsica: en la qual els alumnes reben una formació general bàsica. En concloure la Hauptschule generalment els estudiants s'encaminen cap a una formació professional que els habilita per exercir un ofici o una activitat en la indústria o la agricultrua. Dura de cinc a sis anys.
- Realschule (secundària professional): es situa entre l'escola bàsica i les escoles de batxillerat o liceus (Gymnasium) Transmet una formació general més ampliada que l'anterior. Conclou amb un títol superior mitjà que permet cursar estudis escolars ampliats, per exemple en escoles professionals tècniques especials o en escoles tècniques secundàries. També permet accedir al nivell superior de secundària del Gymnasium (nivell II). Dura sis anys.
- Gymnasium (institut de batxillerat): per regla general té una durada de 9 anys. Aquesta durada permet una formació general aprofundida. Durant els dos últims anys es cursa el grau secundari superior (nivell II) que conclou amb l'examen de Abitur (batxillerat superior, d'importància semblant a la selectivitat a Espanya). Aquest examen habilita l'estudiant per accedir a una universitat o escola superior.
Fins a cert punt el sistema és flexible. Conforme al rendiment de l'alumne durant els dos primers anys a l'escola secundària (5è i 6è any), hi ha la possibilitat de canviar a una altra escola diferent de l'escollida inicialment.
 
En els últims anys, s'han tornat molt comunes les Gesamtschule (escoles compostes) que integren els tres tipus d'escola anteriorment esmentades.


Jornada escolar

A diferència d'altres països d'Europa on els nens passen el dia sencer a l'escola, a Alemanya un dia d'escola una mitjana de cinc hores de classe i s'estén només fins al migdia. Els nens mengen a casa seva. Les tasques, les quals poden ser considerables, esfan generalment fora de l'escola. Alguns escoles bressol presten servei també a la tarda (amb dinar i ajuda per realitzar les tasques) però són els que menys.

I les vacances? En tots els Estats federals, els nens tenen sis setmanes de vacances a l'estiu, dues setmanes per Pasqua i per Nadal, i una setmana a la tardor. Altres dies lliures a l'escola varien d'estat a estat.
 

Escoles especials

Nens i adolescents amb deficiència físiques o mentals tenen la possibilitat d'assistir a escoles especials, de les quals hi ha diferents tipus d'acord amb la deficiència. L'obligatorietat escolar inclou per descomptat també a aquests nens.


Escoles professionals
Les Berufsschulen o escoles professionals ofereixen part del sistema dual de formació professional que habilita el jove per l'exercici d'una professió oficialment reconeguda. La formació teòrica es dóna a l'escola (un o dos dies per setmana). Pel que fa a l'aprenentatge pràctic lloc en una empresa la resta dels dies, directament en un lloc detreball o oficina. Sobretot joves provinents de la Hauptschule o la Realschule són els que cursen la formació professional que dura de dos a tres anys i mig i és remunerada. En els últims anys, ha augmentat molt el nombre d'estudiants amb el certificat de Abitur que també s'ha decidit per aquest camí.




Traduced by