dijous, 1 de setembre del 2011

Neix l'Associació de Professors de Secundària de l'Ensenyament Públic

"Los colegios concertados deberían ser una solución transitoria"

El presidente de la Associació de Professors de Secundària de l´Ensenyament Públic, Pere Reurer Melià, coincidiendo con la ´vuelta al cole´ de los docentes, desgrana las demandas de este gremio

MAR FERRAGUT. PALMA La asociación presidida por Reurer agrupa de momento a más de medio centenar de docentes. Este año esperan poder contar con más profesores interesados en trabajar por la dignidad y necesidades del gremio. Anima a los interesados a buscarles por Facebook y unirse a su grupo.


—¿Cuál es su objetivo?
— Dignificar la profesión docente. Dentro de la educación hay varios colectivos y cada uno dice lo suyo y todos parece que pegan hacia el profesorado.
 
— Como si la culpa de todo la tuvieron los profesores.
—Sí, buscamos hacer oír nuestra voz para reivindicar nuestra profesionalidad, porque hay mucha gente válida y que trabaja mucho. Nosotros tenemos mucha responsabilidad, no nos la queremos quitar de encima, pero queremos que la gente sepa que hacemos mucho trabajo, que estamos dispuestos a integrar equipos docentes, como de hecho ya hacemos, a colaborar con el equipo directivo...
 
— Cuando un profesor se queja siempre alguien dice: "Sí, pero tenéis tres meses de vacaciones".
—Lo que no se dice es que muchos las aprovechan para reciclarse, para mejorar el contenido de su asignatura, ir a escuelas de verano... Y esto mucha gente no lo ve.
 
— En febrero se creó una plataforma para pedir mejoras del sistema educativo. Había colectivos diversos y entre otras cosas pidieron evaluar a los profesores, ¿algo útil o peligroso?
—No tenemos miedo, de hecho estamos siendo evaluados todo el tiempo por los resultados académicos, por los padres, que ven cómo van sus hijos... La Selectividad por ejemplo es un baremo bastante objetivo del funcionamiento del sistema y de nuestro trabajo. También hay evaluación de nivel de los alumnos en Primaria y Secundaria. Si evaluar a los profesores repercute en una mejora de la educación, se tendría que ver cómo se estructura. Queremos que nos evalúe gente técnica, no personal político.
 
— ¿Vincular los resultados de esa evaluación con incentivos es una buena idea?
—Esa es la propuesta de la asociación de directores de la carrera docente, incentivar al profesorado según las mejoras y los objetivos académicos y profesionales. Esto es delicado porque puede fragmentar el cuerpo de profesores. Hay que ver cómo se estructura la carrera porque sino creará una fragmentación, con cargos y subcargos. Eso es lo que parece que se desprende de la propuesta de los directores que quieren nombrar vicedirectores, jefes de equipo secretarios... Ir creando una estructura vertical.
 
— ¿Temen que algunos directores quieran que los colegios se organicen como empresas?
—Sí, esta es la idea que hay de fondo. A veces parece que los directores quieren que la Administración esté al servicio de su proyecto. Una de sus propuestas es establecer una especie de marco contractual. 
 
— ¿Están en contra de que los directores puedan elegir los perfiles docentes para cada centro?
—Sí, porque el sistema educativo público se rige por los principios de igualdad, mérito y transparencia e ir en contra va contra los principios constitucionales de selección del funcionariado. Y los profesores no somos unos funcionarios al uso. Entendemos que nos tenemos que esforzar y adaptarnos, pero eso no quiere decir que los directores pueden crear reinos de taifas en los institutos. Deberían ser líderes pedagógicos que creen empatías.
 
— Cuando un profesor está desmotivado el alumno lo nota en seguida. ¿Qué hacer?
—Desde el equipo directivo se ha de detectar esto y dar un toque de atención si las cosas no van bien. Las reuniones de equipo también son instrumentos para detectarlo y hacerlo notar. A veces la Administración peca de cierta desidia ante estos casos.
 
— ¿Cuál es la hoy principal dificultad de un profesor de ESO?
— Trabajamos con personas. Los alumnos tienen una jornada de siete horas y el resto del tiempo pueden estar en contacto con otros ambientes que pueden ser perjudiciales para la función docente. El alumno a veces viene de un contexto problemático y nosotros tenemos que saber cómo responder, con los medios personales, profesionales y económicos. Nuestro trabajo es motivarle para que vea que el tiempo que pasa en el aula es provechoso. Es difícil.
 
— ¿Las familias ya no colaboran con el profesor?
— Parece que no están tanto por la labor, pero hay muchos padres que están sobreocupados por sus obligaciones y aunque quisieran participar más en el centro no podrían. Pero sí hay muchos padres muy concienciados.
 
—Los recortes se ciernen también sobre educación.
—Las consecuencias serían graves, ya estamos en el límite. El año pasado ya se recortó en personal.
 
— ¿Qué opina del MIR para profesores de Rubalcaba?
—Tarde o temprano eso se ha de afrontar, todos los países europeos parece que apuntan hacia esto. Lo que debería cambiarse además es que los docentes de la pública y de la concertada sean contratados en igualdad de condiciones.
 
—¿Qué otros puntos tiene la asociación en su hoja de ruta?
— Creemos que la Administración debe encargarse de hacer universal la educación y en este sentido los conciertos educativos deberían ser una cuestión temporal, transitoria, hasta que la oferta pública sea suficiente. En algún momento deberían desaparecer, ahora es imposible pero se debería intentar ir hacia allá. Aquí parece que cada vez se beneficia más a la concertada en detrimento de la pública. Y por supuesto decimos un "no" rotundo al concierto de las etapas no obligatorias, Bachillerato y Formación Profesional, porque es casi la muerte del sistema público. También queremos que a la hora de distribuir a los alumnos inmigrantes y con necesidades debería hacerse de forma equitativa entre las dos redes.